15 oct 2009

Estudiando

COUNTDOWN: faltan 3 días para el parcial

Cuando estamos preparando un exámen parece que nuestra vida gira en torno a esas fotocopias pedorras mal sacadas del CECSo. Y a donde sea que vamos llevamos algún módulo en la mochila, para leer un ratito en el subte, en el colectivo o en la sala de espera del dentista. O mejor dicho, para poder decir que estamos todo el día leyendo y leyendo, y, ay, qué sacrificada que es la vida del estudiante.
No hay forma de que la maldita fecha nos agarre preparadísimos, con todos los autores perfectamente leídos, comprendidos y memorizados. Al momento de repartirse los temidos parciales, vamos a pensar que nos tocó el tema difícil. Siempre el de al lado va a tener justo esa pregunta que me re sé, y qué cagada que no me tocó a mi. Inevitablemente, una de las consignas del exámen va a ser del único texto que no llegamos a leer.
Y en el remoto caso de que hayamos estudiado con ganas y dedicación al punto de sentir que podemos llegar a obtener una nota digna de admiración, los nervios nos van a hacer cagar en las patas. Y, si, cuando estás jugado por lo menos vas mas tranquilo. Pedís prestado algún resúmen, googleás a los autores, leés salteados algunos párrafos de cada texto y te conformás con arañar el 5. Obvio, con la promesa de que en el segundo parcial sorprendo con un 9 y la promociono. Jajaja, si, dale.
En muchos casos se podrá observar, incluso, un ataque particular de histeria generalmente dado la noche anterior a rendir, caracterizado por frases angustiadas del tipo "yo no sé para que me rompo el culo si después me van a ofrecer 800 pesos por escribir pelotudeces en Clarín" o planteos desesperanzados al estilo "después dicen que medicina es difícil, pero al menos te recibís de médico, sos algo... terminás comunicación y ¿qué sos? un boludo mas con título de la uba" Nótese que la ira aumenta de manera proporcional al consumo de cafeína.
La historia se repite en cada cuatrimestre: uno se vuelve a hacer una y otra vez los mismos planteos. Si yo elegí estudiar esto, si mi carrera me apasiona, ¿por qué me cuesta tanto dedicarle un poco mas de tiempo? ¿por qué me tengo que quemar las pestañas leyendo 420 hojas en la última semana, en vez de estar al día clase a clase? ¿otra vez me voy a prometer que es la última materia que me llevo a final? Entonces nos quejamos un poco del plan de estudios, de la exigencia de los profesores, de las malas condiciones de cursada, de que mi compañero lindo no me da bola y de que el baño está hecho un asco. Toda oportunidad es buena para quejarse de todo, siempre. Y nos quejamos, sobre todo, de que no se pueden cursar 3, 4 materias y encima pretender tener una vida.


Sería muy bueno darle un cierre interesante al posteo. Pero son las 3 de la mañana, y yo debería estar leyendo. Así que eso es todo, amigos.

10 oct 2009

Pasemos a otro tema

Tengo una semana difícil por delante, preparando un parcial abrumador.
(qué buena palabra "abrumador")
Una buena manera de relajarme un poco es escribir. Siempre es un buen ejercicio, para los dedos, para la mente, para el alma.
(uh, me salió re Coelho)
Lo importante es poder dejar un rato los apuntes al costado y pensar en otra cosa. Y que esa otra cosa no sea ni la facultad, ni la recientemente aprobada ley de medios, ni las candentes propuestas pseudolaborales.
(candente es otra buena palabra)
(y los laburos son pseudos cuando no son pagos)
Hace diez días me hice un tatuaje, y me pica mucho. Estoy comiendo yogurth. Hoy no voy a ir al gimnasio, quiero aprovechar el día para estudiar. Además fui dos días seguidos, puedo descansar.
(la celulitis es la prueba fehaciente de que dios no existe)
No quiero que este blog termine siendo una colección de pensamientos tontos ni un diario íntimo-público. Quería escribir un poco sobre mi carrera, sobre los medios, sobre la tecnología, y también contar un poco de mi vida, de esas historias que uno siempre cuenta en una charla de café.
(mentira, no tengo la constancia para hacer eso, la mitad de mis posteos son pelotudeces olímpicas... la otra mitad, solo tonterías.)
(mentira de nuevo, hay uno o dos escritos que me gustaron mucho)

Bueno, si no puedo escribir, por lo menos me voy a estudiar. Si no logro estudiar, volveré a escribir. Algunas ideas tengo ¡pero me da tanta fiaca!